miércoles, 14 de diciembre de 2011

ES NECESARIO UN NUEVO MODELO DE PARTIDO

Un verdadero socialista debe exigirse responsabilidades siempre. De lo que hace y de lo que no hace. Reconocer los errores y ser humilde cuando acierta. Así me lo enseñaron y así lo aprendí. Ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio, sólo denota soberbia y prepotencia. Justo lo que le achacamos a la carcundia.
        
         Todos los que pensamos en progreso y hemos optado por la ideología que sustenta el socialismo democrático, hemos perdido las pasadas elecciones. La segunda vez en seis meses, que ya es perder.

         Por lo tanto, según apuntan algunos compañeros y compañeras con repentinas ansias de renovación, deberíamos dimitir todos (militancia de base incluida) e irnos a casa, resignados y en silencio, dejando que la carcundia haga y deshaga a su antojo porque así lo han querido, mayoritariamente, los votantes. Nada le gustaría más a la derecha española que, alcanzado el monopartidismo, desaparezcamos, enmudezcamos.

         Pero no va a ser así. Yo no pido dimisiones de nadie; pero sí pido, exijo, responsabilidades y explicaciones y, al tiempo, ideas, proyectos y programas que asuman plenamente la cultura de la participación, la anticipación y el compromiso en vez de la cultura de la improvisación y el capricho. Exigir responsabilidades no quiere decir pedir dimisiones, sino reconocimiento de los errores y tantas rectificaciones como se necesiten para no volver a caer en la incoherencia y en la chapuza.

         Por supuesto, las responsabilidades son de todos pero, como en el ejército, hay grados porque no es lo mismo ser militante de base que cargo orgánico y/o institucional y el peso de la responsabilidad no es el mismo en sendos casos.

         Y también quiero, insisto, reconocimiento de los errores y rectificaciones y para eso es esencial el diálogo entre todos y en pie de igualdad, porque o las cosas van de abajo hacia arriba o no irán de forma alguna. En eso, también los hechos son tozudos, especialmente cabezones.

         Así que para ir dando ejemplo. Para que no nos quedemos en las palabras y en las intenciones. Para dar pie a convertir unas y otras en hechos. Para que la militancia sea escuchada, propongo a esta Asamblea que apruebe la convocatoria de una ídem monográfica – y que el Comité Local lo asuma en tiempo y forma – sobre MODELO DE PARTIDO, donde los compañeros y compañeras podamos debatir (entre otras cosas) sobre cómo entendemos la idoneidad de los instrumentos que han de servirnos para elegir a los/as militantes que deben y pueden ir al Congresillo previo al Congreso Federal. Y teniendo como meta que las propuestas concretas consensuadas sean trasladadas por los compañeros elegidos y sean planteadas ante el Congreso Federal próximo como el sentir y acuerdo general de la Agrupación Socialista de Getafe.

(La propuesta fue aprobada por unanimidad y recogida por la Comisión Ejecutiva Local señalándose, en principio, el próximo 9 de Enero de 2012 para la celebración del debate monográfico). 

jueves, 17 de noviembre de 2011

LA HISTORIA NOS RECORDARÁ (O DEBIERA).

Reconozco que buena parte del pasado fin de semana, estuve revisando "300", una película perplejante de Zack Snyder y protagonizada de forma memorable por Gerard Butler.
Me encanta sentirme provocado porque eso también hace que me sienta libre de dar mi opinión; aunque sólo sea por intentar equilibrar la propuesta y la respuesta. Más o menos, como Leónidas, un icono del honor, el deber y la gloria.
Desde hace unos meses, con el ataque carcundio a todo lo que se mueva, aunque curiosamente no hay movimiento de ejército, sino un prolongado asedio por el que pretende rendir la ciudadela llamada España por pura consunción y que todos los logros sociales y el entramado del Bienestar que los sustenta, terminen repartidos en pingües parcelas de poder, como si fueran botín de guerra, para sacarles el beneficio económico que su actual titularidad pública impide, desde hace muchos, muchos meses como digo, me siento como Leónidas, el rey de Esparta, en el paso de las Termópilas: puede que nos pasen por encima; pero, primero, que les cueste lo indecible; segundo, que tengan que negociar porque si no les será imposible gobernar y, tercero, que podamos reagrupar a todas las fuerzas verdaderamente progresistas y que en el plazo más breve posible, podamos enviarles al sitio del que nunca debieron salir, ésto es, al infierno de la oposición.
Luego, entre ellos mismos, seguro, porque son así, entre ellos se devorarán. No se extinguirán, también estoy seguro; pero terminarán más divididos que nosotros porque sólo les une el interés de ganar dinero o poder...para seguir ganando dinero, ellos y/o sus valedores: los mercaderes. Porque son éstos los que en todo momento y lugar, deciden, señalan, obligan, chantajean, sobornan, procuran y aprovechan. Me recuerdan a los éforos. No había personas a las que más despreciara Leónidas. Y yo. Voy a contar lo que sigue para los que no lo conocen. Los que ya se lo sepan, pasen de largo durante los próximos cinco párrafos.
Eran cinco magistrados, cinco (el número ideal para reunirse alrededor de una mesa camilla o de la mesa de un consejo de administración de cualquier empresa o conjunto de empresas en donde se deciden los destinos de las mismas, de los negocios globales, de las financiaciones globales, de las haciendas propias y ajenas, de las especulaciones globales y de las naciones supuestamente soberanas, significándose la especulación como el motor de todo cambio). Pero eso sí, y no como los del consejo de administración, eran elegidos anualmente por el pueblo espartano.
Y ésto sí que es muy curioso porque, sí, los elegía el pueblo; pero no representaban los intereses de quienes les habían elegido, ni mucho menos. (Bueno, como ha hecho siempre la derecha en este país cuando no había elecciones y cuando sí las hubo). Porque a quienes representaban, sin decirlo ni aparentarlo era, sorprendentemente, sí, a los intereses de la nobleza, de la aristocracia (ya se sabe, la aristocracia actual son los mercaderes; creo que se ve de forma clara y nítida) frente a la realeza. Frente a Leónidas, claro, y toda su estirpe. ¿Cómo no odiarles?. (¿Vamos viendo los parangones, las similitudes con el puñetero momento actual?. No hay nada que no haya ocurrido antes, porque ésto ha ocurrido siempre).
Tenían cometidos muy enjundiosos y destacables, pues dirigían la política exterior, recibían a los embajadores de otros países, administraban la Hacienda y custodiaban el tesoro público. Y tenían otras prerrogativas y potestades, como la de convocar a todo el patio; pero no para escucharles, sino para que aceptaran sus dictados, vamos, como los mercados y/o los tecnócratas actuales. Obligaban de forma incontestable a que se cumplieran sus dictados, conformando una auténtica gerontocracia, el gobierno de los mayores, de los ancianos, presidido por un conmilitón que recibía el nombre de epónimo, pues se ponía a su nombre la denominación de una época (como si dijéramos, la "época de Adolfo Suárez", o "de Felipe González); pero eso no quería decir que fuese el mejor, sino que era quien dominaba o sometía. En suma, lo que llamaríamos en la actualidad, los verdaderos "partebacalaos". 
También tenían la potestad de convocar a un engendro despampanante con capacidades superlativas, tal que los mercados presentes, que venía a subrayar el carácter gerontocrático del sistema político espartano. Ese engendro, determinante porque pertenecían a la aristocracia, era la llamada Gerusia. Una asamblea de 28 ancianos, nominados de entre los más linajudos, que detentaban una autoridad omnímoda sobre cualquier cuestión de la vida cotidiana. Eran elegidos por aclamación, pues el elemento decisorio no era una votación con papeletas, o a mano alzada, o de forma verbal, proclamando el nombre del elegido, qué va, eran elegidos por el sonido de los aplausos cuando se presentaban cada uno de los candidatos, o sea, que aún no disponiendo del aparato medidor, se reunían en un recinto a guisa de aplausómetro y según como sonaran y se mantuvieran las ganas de los palmeros, así se seleccionaban y nombraban los gerusios. Como ahora, cuantos más palmeros, mejor.
Una forma torticera, rebuscada, artificial, retorcida de democracia asamblearia. Los clásicos, como siempre, no dejan de sorprendernos. Para lo bueno, para lo menos bueno y para lo malo.
¿Y quiénes decidían sobre la intensidad y duración de los aplausos; en fin, quién hacía de aplausómetro?. Pues un jurado encerrado en un lugar oculto, pero próximo a la asamblea. En fin, una democracia adulterada, nada real, subjetiva y, por ende, nada transparente. ¿Como la de ahora?. No; pero algunos vicios persisten y algunas de las situaciones que acabo de describir, nos suenan a todos a poco que seamos capaces de interpretar las analogías.
Nos creemos novedosos, en la onda, modernos y rompedores; pero seguimos cayendo en los mismos vicios, despropósitos y presuntuosidades de los antiguos porque, en el fondo, somos tan clásicos y predecibles como el sonido de un gong. Y, a menudo, tan simples como el mecanismo de un chupete.
Y a todo ésto, ¿qué decía Leónidas?. El héroe hablaba poco y actuaba mucho y por eso ponía de los nervios a los todopoderosos éforos. De hecho, le llamaron a capítulo porque no había contado con ellos para recibir al embajador, más bien mensajero, de Jerjes, el cual le había trasladado las exigencias del emperador mesopotámico de total sometimiento a su voluntad. Leónidas, tan "diplomático" como siempre, había matado al mensajero y acompañantes y como había decidido plantarle cara a Jerjes, los éforos le mandaron llamar para que se explicara, pidiera disculpas y se plegara a sus designios que, desde luego, no incluía entrar en beligerancia contra el mastodóntico ejército persa. Leónidas se puso como una avispa en un bote y les espetó:
"Cerdos endogámicos y corruptos que pretendéis regir los destinos de una nación, decidme ¿desde cuándo se os dio la facultad de decidir que son antes vuestras voluntades y las de los inexistentes dioses que las del pueblo que os alimenta?. ¡Si no os debéis al pueblo, el pueblo nada os debe!".
¡¡Puñeta con los clásicos, que siempre tienen argumentos para oponerse a la injusticia y al capricho!!.
(Dedicado a Chere González y a todos/as los/as que se sientan igual de valientes).     

miércoles, 22 de junio de 2011

DEPENDEMOS DE NUESTRAS DECISIONES

Aunque aún no he accedido a los datos electorales por mesas para poder evaluar minuciosamente lo ocurrido en cada una de las Secciones Censales que conforman los Barrios de Getafe y así poder concebir las actuaciones pertinentes para cada uno de los casos, hemos de llegar a una conclusión meridiana en cuanto a los resultados obtenidos en las pasadas elecciones municipales y autonómicas del pasado e infausto 22 de Mayo.
Os adelanto que es una obviedad; pero no por eso menos abrumadora y decepcionante: la derecha ha ganado y la izquierda, en su conjunto, ha perdido; pero no de cualquier modo. Fijáos:
  • 9 de cada diez madrileños están, estamos, gobernados por el PP.
  • De los 179 pueblos o municipios de la Comunidad de Madrid, sólo gobernamos en 10.
  • Gobernamos sólo en Andalucía y en País Vasco (y aquí con el apoyo del PP).
  • Y curiosa paradoja: del bipartidismo tan denostado, sobre todo por los indignados del 15M, hemos pasado al MONOPARTIDISMO del PP.
Y aún hay que escuchar a un compañero con altas responsabilidades políticas, al muchacho de "Invictus" (que aún es el Secretario General del PSOE en Madrid, que "los resultados en esta comunidad autónoma no han sido tan malos porque en otros sitios lo han hecho peor". Patético por injustificable.
También podemos animarnos diciendo que en realidad no ha ganado la derecha más cutre, casposa y montaraz de toda Europa, sino que hemos perdido por nuestra culpa. ¿Culpas?
Hay varios niveles; a saber:
Primer nivel: Yo creo, como también lo cree el común de nuestra gente que, sobre todo, la crisis económica mundial, la forma de afrontarla y la tardanza en hacerlo, así como los recortes (tanto si eran necesarios como si no) han pasado factura no sólo a Getafe, sino a todos los Ayuntamientos y a todas las Comunidades Autónomas donde hubiera, respectivamente, un Alcalde o Alcaldesa o un Presidente o Presidenta socialista.
Segundo nivel: Posiblemente, el concitar en una sola persona toda la campaña electoral en el caso de Getafe por octava vez consecutiva, así como en el caso de la CAM, se ha podido traducir en una expresión de hartazgo, en el primer caso, y de rechazo hacia mensajes contradictorios y ciertas actitudes de prepotencia en el segundo caso.
Tercer nivel: Y tan importante como los dos anteriores, podría ser que la culpa sea de todos, aunque a cada uno según su responsabilidad: desde el que sólo critica y nada hace más que oírse al que critica y trabaja para que su crítica sea oída y tenida en cuenta; pasando por quien no critica y transige, haciendo de palmero o siendo un verdadero pellejo de breva; por el que mira para otro lado o por quien, farisea e hipócritamente, se da golpes de pecho y se rasga la camisa como Camarón.
Hay un hecho, no obstante, muy objetivo y muy particular de esta Agrupación de Getafe: es la primera vez en 32 años que una Comisión Ejecutiva, reconvertida en Comité Electoral desde las elecciones europeas, ha perdido unas elecciones.
Pero reniego pedir la dimisión de nadie. Porque todos, como antes he dicho, somos responsables, si bien cada uno según el nivel de su cargo o de su compromiso con esta Organización. Seguro que nadie es imprescindible; pero todos y todas somos necesarios. Necesarios para afrontar lo que está por venir.
Quiero proponeros un plan de acción, porque sólo el movimiento permite avanzar. Hay que ponerse en marcha, ya. Por ello, os propongo que, una vez digeridos los pésimos resultados, reflexionemos juntos y saquemos conclusiones.
Os voy a plantear una serie de cuestiones que entiendo ineludibles, inclaudicables y urgentes:
  1. Es imprescindible rearmarnos ideológicamente desde la concepción del socialismo democrático, porque son muchos años sin hablar de ideología, sólo de gestión y, en concreto, de gestión municipal. Cuando perdemos o arrumbamos la ideología se pierden u olvidan los valores. Porque algunas de las ideas y metas de este Partido se han olvidado; sobre todo las han olvidado algunos dirigentes o han quedado arrumbadas, como un trasto inservible, por mor de las oportunidades políticas. Hora es de replantearlas, de desempolvarlas y darles lustre; hora es de hacer que el socialismo democrático siga siendo la ideología que nos nutre y ayude para acabar con las desigualdades, hacernos libres, mantenernos en la honradez y hacer buen uso de nuestra inteligencia.
  2. Es necesaria una mayor radicalidad en el mensaje, en las propuestas, en las alternativas. No es posible seguir templando gaitas, hay que hacerlas sonar y de forma conjuntada y armoniosa ya. Porque cuando enunciamos una propuesta hay que hacerlo desde una perspectiva ideológica concreta, so pena de caer en la incoherencia, y eso termina pasando factura. En todo lugar y momento tiene que quedar claro lo que es una postura socialista y lo que es una postura conservadora o de derechas. Radicalizar el discurso supone llamar a las cosas por su nombre, sin utilizar eufemismos ni dobles palabras, para que nadie pueda tomar el rábano por las hojas ni confundir churras con merinas. La Política no puede seguir yendo del ronzal de la Economía. Tiene que ser al revés y desde el ideario socialista están antes las personas que las ambiciones de los poderosos, sean bancos, entidades financieras, el FMI, los especuladores, los ladrilleros, la Bolsa o las multinacionales. Cuando todo eso esté claro, la estrategia empieza a aflorar por sí sola.
  3. Es esencial cambiar los comportamientos, tanto como colectivo como en las formas personales, porque no nos hace ninguna falta la soberbia y sí que son necesarias mayores dosis de humildad. Que se note que la educación es una característica inseparable del ser socialista.
  4. Es vital reconocer los errores, pues hemos cometido varios, tanto desde el ámbito institucional como partidario y mientras a la derecha se le perdonan, curiosamente a nosotros nos sancionan, acaso porque llevamos gobernando, desde la Transición, más tiempo que ellos. Si alguna vez hemos sido parte del problema, debemos ser humildes y reconocer los errores para, acto seguido, plantear las posibles soluciones. No es malo hacer propósito de la enmienda; pero mejor aún es enmendarse ya, porque el tiempo actual no admite más dilaciones.
  5. Es incuestionable que hay que profundizar en la democracia interna; pero también es incuestionable aplicarnos todos y todas en la disciplina interna, sobre todo a la hora de proclamar públicamente los acuerdos y los consensos. Se trata de hablar con una sola voz y no parecer una grillera.
  6. Es insoslayable cumplir lo que se promete y si no se puede hacer hay que explicar muy bien por qué no se hace. El grado de credibilidad, como persona y como colectivo, sube o baja en función, siempre, de llevar a cabo lo que se pregona y también de explicar de forma pública, nítida y sin ambages por qué no se ha podido hacer esto o aquello. Sólo así se puede alcanzar un mínimo de complicidad con la ciudadanía, amén de su beneplácito. Por cierto, sería muy conveniente hacer los programas electorales o los programas de gobierno buscando, previamente, la participación de la ciudadanía y no esperando al último momento, sino desde el principio de cada legislatura o mandato. Más democracia participativa y deliberativa para que quede perfectamente respaldada, legitimada y validada la democracia representativa. 
  7. Debemos procurar, desde ya, la eclosión de nuevos liderazgos que sustituyan a los liderazgos caducos.
  8. Definitivamente, tenemos que instalarnos en la cultura de la anticipación y el compromiso, erradicando para siempre jamás la aciaga cultura de la improvisación y el capricho. Hay que planificar y hacerlo junto a la ciudadanía para que también se sienta protagonista y corresponsable, asumiendo el compromiso todos de remar en la misma dirección, una vez acordada la meta o metas a conseguir.
  9. La base militante de esta Agrupación, de todas mejor, debe hablar y debe ser escuchada, porque sólo desde la reflexión conjunta podremos sacar conclusiones y disponernos a aplicarlas allá donde falta haga. Debemos exigirnos hacer política, porque sin política sólo existe dictadura.
Seguro que tendremos que adaptarnos a los nuevos tiempos; pero eso no puede significar resignarse. Para cuando sea la conferencia política federal, al menos las Agrupaciones (pues al regional no lo veo muy dispuesto), debemos llevar los deberes, estos deberes, hechos.
Estoy convencido de que el futuro nos pertenece; pero para eso debemos actuar desde el presente, con tanta firmeza como inteligencia y eso sólo se consigue escuchando, reflexionando y siendo activos en todos los ámbitos que, como ciudadanos y socialistas, nos competen.  

miércoles, 26 de enero de 2011

martes, 25 de enero de 2011

Continuidad versus Continuismo

Tengo leído que “sólo valen las personas que creen en las personas”. Yo creo que, en realidad, son las únicas que importan porque ellas sí que están comprometidas con el ser humano. Y la mejor forma de demostrar ese compromiso es el respeto.
Hoy hablamos de política que, por cierto, es la actividad humana donde mejor se demuestra si se tiene o no respeto a las personas. Puede que por tener nombre de mujer, la Política nos resulte tan atractiva y si tantos y tantas estamos aquí sea porque nos sentimos atraídos por ella; por ella y por su máxima expresión: la obtención del poder. Y para obtenerlo, al menos en democracia, inventamos las elecciones a las cuales nos presentamos con un programa electoral o un proyecto de gobierno y una candidatura cerrada y bloqueada que, entendemos, será la encargada de poner en valor y en práctica ese programa o proyecto si, por supuesto, con el apoyo de todos nosotros y nosotras, alcanza la victoria en las elecciones o, en su defecto, es capaz de ahormar un equipo de gobierno.
Por lo tanto, en esta fría y luminosa mañana de domingo estamos aquí para hablar de la candidatura presentada por el Secretario General. Vaya por delante que entiendo que esta candidatura está hecha para ganar. Como todas las que se han presentado en los 30 años de Ayuntamientos Democráticos que ya hemos cumplido.
Pero hay algún aspecto de esta candidatura que me plantea dudas, aunque estoy convencido que aquí y ahora quedarán resueltas para que todos la votemos y adquiramos el total compromiso para defenderla y llevarla a la victoria.
·        Entiendo que quienes forman parte de esta candidatura son los más preparados, los mejores o los más adecuados, como también lo fueron quienes formaban parte de candidaturas anteriores; entonces, ¿por qué salen de la misma quienes hace cuatro años también eran los mejores, los más preparados o los más adecuados?, ¿en qué han fallado?, ¿qué es lo que no han hecho? Me gustaría que esto se explicara. Y los que entran en su lugar, ¿por qué les sustituyen?, ¿qué aportan respecto a los que se van?, ¿qué les caracteriza de forma más acentuada respecto a los que salen de la lista? Me encantaría que lo contaran ellos o ellas mismas. Eso sí que sería una demostración de respeto, para sí mismos y para todos nosotros. Además, así sabríamos lo que es necesario tener para aportar verdadero peso o calado político a una candidatura y que no parezca más que una chalupa o un cascarón de nuez.
·        Tengo la sensación de que es una candidatura hecha para contentar a todos por vía de la integración. En principio, nada que objetar, ¿por qué no integrar a quienes alguna vez estuvieron en contra del Secretario General de esta Agrupación y en contra del Secretario General de este Partido, que además es el Presidente del Gobierno?. Sus razones tendrían, aunque me hubiera gustado escucharlas si de verdad tuvieran que ver con cuestiones ideológicas y no con cuestiones de grupos de presión con aspiraciones más o menos personales, que incluso pueden ser legítimas.
·        También por respeto a ellos mismos y a nosotros, deberían tener la oportunidad de explicarnos el por qué de aquella negación y si su grado de compromiso para con esta candidatura y este partido es el mismo que cuando fueron incluidos en la candidatura de hace cuatro años.
·        Puede que sea una cuestión de matiz; pero diferencio entre continuidad y continuismo. La continuidad lleva implícito el marchamo de la credibilidad. Seguro que eso y la presencia continua y activa de esta Agrupación en todos los ámbitos de la vida ciudadana de nuestro municipio son bagaje más que suficiente para darnos nuevamente la posibilidad de seguir gobernando en Getafe. Por otro lado, el continuismo es la mala práctica de la continuidad, esto es, no erradicar los elementos negativos y ser terne en mantenerlos.
Por ello, para este viaje no nos hacían falta estas alforjas. Quienes han negado al actual Secretario General de esta Agrupación y al Secretario General Federal son mantenidos en la lista y a quienes han sido leales, no. Pero es que además, se van a permitir el lujo de votar abstención o en contra de la propia candidatura en la que van, desautorizándo a la Comisión Ejecutiva donde mayoritariamente se votó a favor de esta lista. Integrando a quienes han pretendido desintegrarnos. De veras, no es lógico que tengamos que pasar por todo esto. No creo que lo merezcamos.