El día 17 del corriente mes, en la Casa Regional de Castilla León en Getafe, he presentado el libro titulado "Dos costas, dos mares, un país - La Vía de la Plata" con la presencia, entre otras personalidades, de Pedro Castro, Alcalde de Getafe, y Rafael Simancas, Diputado, que fue quien se encargó de la presentación del mentado libro. A continuación, hago un resumen de mi intervención de apertura del acto:
Antes de subir a esta tarima estaba nervioso, como cuando hacía teatro - creo que nunca he dejado de hacerlo - antes de salir a escena. Ahora que estoy sobre la tarima, sigo estando nervioso. Pero es normal, no todos los días se tiene la oportunidad de presentar en público a un hijo fruto de la inspiración y, sobre todo, de la transpiración, pues andar por los caminos es lo que tiene, máxime si debes transportar en los lomos la impedimenta y transcurres por las sendas y veredas en plena canícula estival, que es cuando de forma habitual este peregrino, caminante o saltatrochas hace sus singladuras.
Hay algo novedoso en este libro, al menos para mí, y es que no se ha publicado en papel; se ha impreso de forma virtual, o sea, mediante las nuevas tecnologías, así que es un libro virtual, sí, aunque tan cierto como que hoy es viernes y estamos aquí los que estamos. Y lo he hecho así porque no quiero seguir sintiéndome culpable de no hacer nada para evitar que se sigan talando árboles por culpa de que algunos escribimos para que algunos nos lean o porque hay gente que lee, algunos escribimos, por si acaso.
De todas formas, si alguien lo quiere en papel, que yo se lo importante que es sentir el tacto del mismo y el olor de la tinta, sólo tiene que hacer el correspondiente pedido a un servidor informático que se llama BUBOK y por un módico precio, le enviarán un ejemplar a su domicilio o incluso podrá descargárselo, creo que se dice así, por un precio aún más módico, casi simbólico.
Mi intención era hablar de la Vía de la Plata y en concreto de este libro, de este cuaderno de bitácora que formará parte de una trilogía, o puede que tetralogía o, incluso, pentalogía que se irá publicando por el mismo sistema en los meses venideros. Pero como esa labor, que yo agradezco en grado no sumo, sino superlativo, le va a corresponder a alguien a quien le tengo especial aprecio, más, especial cariño porque hizo que me sintiera protagonista y especialmente comprometido en la campaña electoral que él lideró para ser Presidente de la Comunidad de Madrid, y que si no llegó a buen puerto no fue por su culpa, sino por la traición de dos ex-compañeros de infausta memoria, digo que tal labor le corresponde a mi amigo Rafael Simancas, sólo diré que este camino secular, primigenio, tan antiguo como el respirar, la Vía de la Plata, "ab-lata" para los árabes o "Iter ab Emérita Asturicam" para los romanos, une dos mares, dos costas y si sirvió para construir una nación es porque había un camino expedito que facilitaba el intercambio de culturas, de pensamientos, de formas de vida, de conocimientos, de comprenderse y de tener una meta común.
Por lo tanto, gracias a todos los que habéis venido; gracias a los que sin venir se sienten integrados en este acto, noto su presencia aunque no los vea; gracias a Pepe Jiménez y Nistal, por madre, que es el coprotagonista de este deambuleo peregrinero en el que me enseñó que aquel que tropieza y no cae, adelanta camino; gracias a Pedro García y García, mi inseparable compañero al que le debo la capacidad, que yo no sabía que tenía, de hacer fotografías con alma; gracias a José Luis Vázquez, mi "Patanegra", porque me enseñó cómo imaginar los caminos donde no los había; gracias a mi compañera por comprender mi necesidad de andar para empaparme de paisajes y paisanajes; gracias a la Casa de Castilla León en Getafe por ser la sede de este acto; gracias a Pedro Castro por estar aquí y porque aunque él no lo propicie, siempre le noto cerca; y gracias a Rafael Simancas por hacerse cargo de lo que ahora oiréis y por demostrarme que la elegancia no está en oposición a la rotundidad, a decir verdades como puños.