lunes, 29 de noviembre de 2010

Somos curiosos

Dicen que la curiosidad mata. Pero eso lo dicen quienes tienen algo que ocultar y no quieren que se sepa, quienes tienen miedo de la reacción del o de lo "curioseado" o escudriñado, sea persona o animal o cosa. O en última instancia son simples agoreros. La verdad es que la curiosidad nos ha convertido en seres humanos. Somos curiosos. Vistos desde dentro y desde fuera.
Si es desde dentro resulta que aún pudiendo hacer aquello que ansiamos, sólo deseamos hacer aquello que podemos y, aparentemente, nos conformamos; pero en el fondo nos sentimos, en el colmo de la incoherencia, frustrados. Mediocremente felices; pero frustrados, y ya sería un paso adelante que así lo asimilásemos y reconociéramos, porque a lo mejor nos rebelaríamos contra esa frustración; pero eso ya sería de nota.
Si es desde fuera resulta que, aunque estuviera mucha gente observándonos, a veces nos comportamos como si no la viéramos y hacemos necedades de forma casi involuntaria, y otras veces la vemos, la sentimos y seguimos haciendo necedades; pero de forma aún más grandilocuente y ostentosa. 
Sólo somos cuando estamos solos y hacemos autocrítica. O así debería ser. Porque sólo confiando más en nosotros mismos tendríamos más sencillo creer en los demás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario